Y aquí empieza lo bueno. Despertar en otro país. En otra casa. Junto a él. En silencio. Y ponerse en marcha.
CAMINITO HACIA EL CENTRO
Aunque «nuestra casa» está a tan solo 15′ minutos del punto donde habíamos quedado para el tour yo quería salir prontito. Porque no todos los días te despiertas en una ciudad que no conoces. Y empezar la mañana con un paseito bonito junto al río Lifey, con tu churri de la mano, descubriendo lugares, sorprendiéndote de lo que ves… (suspiro) es bien.
DESAYUNO EN BRICK ALLEY CAFÉ.
En el 25 de East Essex St. junto al mismísimo Temple Bar (El pub) en el mismísimo Temple Bar (el barrio). Una cafetería muy cuqui donde desayunamos muy bien (Aunque he de confesar que yo quería ir a Off Beat Donuts, pero estaba cerrado).
Tomamos un par de Café Lattes y un Bagel de huevo, queso y Bacon para compartir. (No sale en la foto, no le dimos tiempo).
Nota: En Dublín es muy normal sentarse en mesas compartidas, nos pasó en varios sitios (The Meat Wagon y aquí en The Brick Alley Café) . Al principio te sorprende un poco, pero acabas acostumbrándote.